EBITDA
Es el acrónimo de Earnings Before Interests, Taxes, Depreciation and Amortization; es decir, Ingresos antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización. Es un indicador que sirve para valorar la capacidad de generar beneficios de una empresa en su actividad habitual. Por lo tanto, una empresa que tiene EBITDA positivo, significa que ha alcanzado un volumen de negocio suficiente para hacer frente a sus gastos y que es capaz de ganar dinero (sin tener en cuenta el gasto que suponen los intereses, los impuestos, la depreciación y la amortización). Como indicador para valorar empresas tiene tres ventajas:
- Valoración del efectivo disponible: dice el dinero del que dispone la empresa para pagar sus deudas una vez restados sus gastos más importantes, es decir, su solvencia.
- Comparación de empresas: es muy útil para comparar empresas, comparar los datos históricos de las mismas y comparar los resultados con los datos de la industria ya que el EBITDA muestra información que no está afectada por el apalancamiento financiero, por los impuestos ni por los costes de amortización, que en determinadas empresas son muy altos. Al eliminar de su cálculo estos elementos hace que sea muy fácil comparar la salud financiera de varias compañías.
- Compraventa de empresa: se utiliza habitualmente para valorar una empresa en un proceso de negociación de compraventa de nuevas empresas y startups. En función del sector de actividad la valoración de la empresa se hace multiplicando por entre 7 y 10, la media del EBITDA de los últimos tres años.
Este indicador tiene una gran importancia a la hora de obtener financiación vía capital riesgo ya que le indica al inversor qué beneficio o pérdida obtendrá la empresa realizando sus operaciones comunes. Lo normal en una startup es que el EBITDA sea negativo durante los primeros ejercicios ya que se ha creado una estructura que precisa una masa crítica de ventas para generar beneficios y alcanzar tal cifra de negocio lleva tiempo.